Ideal para un fin de semana largo, tres días o un puente de cuatro, la ciudad de las tres culturas cuenta ahora con un atractivo más: el parque temático "puy de fou". Disfrutar de una visita a esta ciudad más los atractivos que ofrece el parque supone una visita completísima de ocio, entretenimiento, cultura, historia, arte y turismo.
El parque ofrece unos espectáculos de una gran calidad, con música compuesta expresamente para los mismos. Es una forma muy bonita y agradable de hacer un repaso por la historia de España y más concretamente centrada en la ciudad de Toledo. Esto ayuda a comprender mejor el legado cultural y artístico de la ciudad, ya que algunas de las cosas que se cuentan en los espectáculos tienen que ver con la historia de los monumentos de la ciudad.
Nosotros repartimos la visita en unos dos días y medio. Llegamos a medio día, comimos en el hotel, descansamos un rato y nos fuimos al parque a ver todos los espectáculos menos el principal que le dejamos para el día siguiente. Vimos "allende la mar océana", "cetrería de reyes", "a pluma y espada" y "el último cantar"
En el parque hay muchos sitios para comer, pero no suele ser muy económico. Así que decidimos llevarnos nuestra propia comida. Si llevas tus alimentos, no te dejan comer en el parque. Pero se puede salir al parking o fuera, almorzar, y luego volver a entrar. Eso fue lo que hicimos. Tras ver tres de los espectáculos, salimos a cenar, cuando ya había anochecido. Y dejamos el espectáculo de "allende la mar océana" para después. No es precisamente cómodo cenar en un parking de arena, y más si en ese momento se levanta una ventisca que te mete la arena en todas partes: el pelo, la comida, el coche... Y bueno, al final cenamos rápido para volver al parque. Pero la ventisca trajo nubes, bajada de temperaturas y una tormenta que nos dio una sorpresa cuando terminamos de ver el último espectáculo que nos quedaba.
En el espectáculo "allende la mar océana", vas pasando por una serie de salas que recrean con mucho realismo los diferentes momentos que fueron sucediendo en el primer viaje de Cristóbal Colón por el océano Atlántico. En algunos de ellos te ves dentro de uno de los barcos que se están moviendo por causa de una tormenta en alta mar. Incluso ves como salta el agua a través de las ventanas del casco del barco y caen goteras de la cubierta superior. Si no tienes cuidado te mojas de verdad. El espectáculo finaliza cuando llegas a una isla del caribe, obviamente recreada al igual que el resto de escenas. Pero justo en ese momento en el que sales al exterior, estaba cayendo una buena tormenta. Entre que era de noche y habíamos pasado por unas cuantas tormentas ficticias antes, ya no sabíamos distinguir entre lo falso y lo real... A parte de la sensación de frío y que salimos calados de verdad, no dejó de ser una experiencia muy curiosa que no se vive todos los días...
Este pequeño incidente, junto con la cena un tanto incómoda, hizo que decidiéramos volver ya a nuestro hotel. Satisfechos por la curiosa experiencia pero deseosos de entrar en calor y de encontrar cobijo y descanso.
Al día siguiente, tras haber descansado, dedicamos todo el día a visitar Toledo y dejamos para la noche el espectáculo principal del parque, "El Sueño de Toledo", tan mágico como impresionante, bien hecho y bonito. En Toledo, a parte de callejear por sus tortuosas calles y rincones, en especial los de los barrios moriscos y judíos, pudimos visitar alguno de sus monumentos más importantes: las dos sinagogas (Santa María la Blanca y del Tránsito), la antigua mezquita convertida en iglesia (mezquita del Cristo de la Luz), la catedral, la iglesia de los jesuitas y otra pequeña iglesia que también había sido mezquita, con restos muy antiguos, visigodos e incluso romanos. Lo más interesante de la iglesia de los jesuitas es la posibilidad de subir a sus torres, desde las que se ven unas vistas muy buenas de la ciudad de Toledo. Comimos en un restaurante vegetariano que está muy cerca de la plaza principal. Y volvimos al hotel para descansar y pasar un ratito de tarde de piscina. Cenamos en el hotel y nos marchamos para asistir al espectáculo estrella del parque puy de fou. Me encantó la parte en la que salen los órganos echando fuego por los tubos. Desde las gradas en donde estábamos sentados se podía sentir el calor que emanaba de las llamas de fuego... impresionante.
Llegamos ya al tercer día. Aprovechamos esta última mañana para terminar de ver otros monumentos importantes de Toledo: el alcázar, un monasterio mandado construir por los Reyes Católicos y otra iglesia que había sido escuela de doncellas. Comimos en la ciudad y, tras dar una vuelta con el coche por las afueras y contemplar algunas de las vistas más bonitas de la ciudad, iniciamos nuestro viaje de regreso con la sensación de haber hecho una visita completa en todos los sentidos.
Nos alojamos en un hotel que se encontraba a las afueras, el hotel Beatriz Auditorium. Estaba muy bien en relación calidad precio. El hecho de estar fuera de la ciudad, abarataba el precio. Pero para ir al parque era seguramente la mejor opción. Para visitar Toledo, no es difícil dejar aparcado el coche justo afuera del casco histórico o incluso, en el peor de los casos, hay bastantes parkings de pago. El hotel nos brindó descanso y comodidad. Y siendo verano, una estupenda piscina en la que refrescarse de los días calurosos de la ciudad de Toledo.
No hay muchos ejemplos en youtube de los espectáculos del parque. A lo sumo algún trailer o resumen de los mismos que te puede hacer una idea de lo que vas a ver. Lo que sí puedes encontrar es la música completa de los espectáculos. Y solo esto, ya te puede hacer una idea de la calidad de lo que vas a ver.
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