Queridos lectores:
Me gustaría comentarles en este post, una serie de hechos que en apariencia muchos considerarían meras casualidades, y que han sucedido a lo largo de los siglos en torno a la ciudad de Ávila. Antes de nada, aclarar que para muchos estudiosos de distintas corrientes místicas, no existen las meras casualidades, sino las "causalidades". Esto es, diferentes hechos que se repiten a lo largo de la historia con el fin de enseñarnos, revelarnos algo que la parte divina, espiritual quiere hacernos entender. Es obvio que no todo el mundo podrá compartir esta opinión, pero algunas de estas "casualidades" son tan especiales y significativas que hasta al más incrédulo le llevan a hacerse plantear algunas cosas.
Las recurrencias causales, que se expresan a través de las típicas y llamativas "casualidades" en este plano físico, tienen una explicación en distintas tradiciones místicas y religiosas. Analicemos algunas de ellas: En las religiones orientales, estas recurrencias están atadas con la Ley del Karma. Nuestras buenas y malas acciones, quedan grabadas en nuestra psiquis, no sólo lo que implican a nivel psicológico, sino también sus consecuencias y circunstancias derivadas, tanto para bien como para mal. Así, si aceptamos la teoría de la reencarnación, cuando un alma vuelve a ocupar otro cuerpo, trae consigo una disposición psicológica previa para actuar de una forma determinada, de acuerdo a los pensamientos, sentimientos y comportamientos que hubiera desarrollado en una vida anterior. Es como si viniéramos "pre-grabados". Esta predisposición no se manifiesta sólo en la interioridad psicológica de una persona. También las consecuencias externas derivadas de la forma de pensar, sentir y actuar en vidas anteriores son atraídas por la persona que retorna a una nueva vida. A pesar de estas condiciones previas con las que nos vamos a encontrar al volver, siempre tenemos la posibilidad de cambiar, en una nueva vida, los pensamientos, sentimientos y acciones que vienen "pregrabados" de vidas anteriores, así como sus consecuencias, en especial si consideramos que dicho material nos está perjudicando. Es importante un trabajo consciente sobre nosotros mismos para entender el conjunto de recurrencias que nos afectan y poder ejercer un control positivo de esas recurrencias. De esta manera podremos aprovechar el material previo que viene almacenado en nuestro "disco duro" siempre a nuestro favor y mitigar el que implica consecuencias negativas. O incluso poder llegar a limpiar completamente ese disco duro de cualquier tipo de influencia, logrando así que desde nuestro control totalmente libre y consciente, podamos vivir la vida que queramos anulando totalmente cualquier influencia previa.
En la tradición mística del judaísmo, la cábala, se habla de la idea de "gilgulim" ( las vueltas o giros). Esta idea se aplica no solamente para explicar como las almas vuelven una y otra vez a este mundo (la idea de la reencarnación oriental), sino para ilustrar como esas "vueltas" hacen traer de nuevo las situaciones, circunstancias y ambientes en los que esas almas que vuelven de nuevo, se han visto envueltas generación por generación. Un ejemplo muy cercano a nosotros de esto que estoy diciendo lo encontramos en el lugar geográfico "Galilea". Galilea deriva del hebreo "Ha-Gilgal" que literalmente ssignifica"el circuito", un lugar con un recorrido cerrado, donde el punto final coincide con el del comienzo, esto es, un círculo. Gilgal fue un lugar al que los israelitas se dirigieron por generaciones para ser circuncidados y renovar el pacto de la Alianza. La confirmación de este pacto, entre el pueblo hebreo, se ha repetido muchas veces a lo largo de la historia. El Eterno se lo prometió a Moisés en el monte Sinaí. Y esa promesa ha quedado grabada en lo más profundo de la psique de los verdaderos israelitas de corazón en forma de una recurrencia positiva. De una u otra forma, el verdadero israelita espiritual se sentirá llamado a cumplir con ese pacto, bien a través de una motivación interna, o a través de las circunstancias externas que se reproducirán a través de estas "casualidades causales" en la parte física. Volviendo a la palabra hebrea "Galilea". Observemos como en este lugar, se repitió muchas veces la cristalización de ese pacto: Jesús, el mayor profeta de Israel, explicó allí la doctrina del desarrollo mesiánico interior. Otros grandes santos de la tradición hebrea, como Simeón ben Yojai, rabbí Isaac Luria y Hayyim Vital, volvieron a revelarse en ese lugar.
No obstante, la Galilea no es el único lugar donde vemos una repetición constante de ese anhelo de espiritualidad. La confirmación del pacto de la Alianza puede suceder en muchos sitios y volverse a repetir en esos mismos lugares en tiempos diferentes, si la altura espiritual de las almas que los habitaron dejó algún tipo de huella recurrente. Es ahora cuando quiero tratar el caso especial de Ávila a la luz de una serie de hechos "casuales" que han aparecido en estos últimos años.
Por todos es conocida la labor que la mística abulense, Santa Teresa de Jesús, desarrolló en esta fría y austera ciudad castellana. Muy difundida está también la idea de que esta mística tenía antecedentes judíos en su árbol genealógico, en concreto, por la familia paterna. Todo el mundo la conoce como "Teresa de Cepeda y Ahumada", pero su primer apellido era "Sánchez", apellido que adoptó su abuelo, "Juan Sánchez" cuando cristianizó su nombre al convertirse al cristianismo. No obstante, ese apellido era susceptible de ser perseguido por la inquisición, Por tanto ella prefería firmar con los apellidos heredados por vía materna, "Cepeda y Ahumada", donde había sangre de hidalguía. Esto la protegía de la persecución por pureza de sangre que tenía en vilo a tantos judeoconversos.
Lo que ya no se conoce tanto, es que antes del esplendor místico traído a Ávila por Teresa de Jesús, ya había habido otros focos de intensidad mística en la ciudad castellana, en este caso llevados a cabo por judíos, sus antepasados de sangre, principalmente durante el siglo XIII. En esta ciudad vivió durante un tiempo "Moshé de León", uno de los transcriptores del Zóhar, el libro más importante de la tradición cabalista judía. Hay mucha polémica sobre si Moshé de León escribió el Zóhar o si simplemente se dedicó a copiar algún manuscrito más antiguo que se remonta a los tiempos de Simeón Ben Yojai, en la Galilea. Hay testimonios en los que se afirma que Moshé de León insiste en que la obra no es suya. Simplemente se está limitando a copiar la genial obra del rabino iluminado Simeón Ben Yojai de los siglos I y II después de Cristo. Como ejemplo ilustrador de este testimonio transcribo un texto del cabalista medieval Issac de Acco, extraído de su libro "Sefer HaYuchasin" y de como intentó descifrar todos los misterios en torno al misterioso manuscrito del "Zóhar":
"(...) Cuando llegué a España fui a la ciudad de Valladolid, donde el rey tenía su capital. Fue allí donde conocí a Rabbí Moshé, nos hicimos amigos y discutimos sobre el Zóhar. Pronunció un solemne juramento y me dijo: "Que Dios me derribe y que siga haciéndolo siempre si el Zóhar no es un libro antiguo escrito por Rabbí Simeón bar Yochai. En este mismo instante el manuscrito se halla en mi casa, en Ávila, en donde vivo. Venga a visitarme y se lo mostraré."
Al poco tiempo nos separamos y Rabbí Moshé partió para Arévalo, en el camino de Ávila. Allí enfermó y murió. (...)"
No quiero entrar en la cuestión de la autoría del Zóhar porque esto ha llevado ríos de tinta y no es el propósito de este post. Me limito a señalar la coincidencia con la Galilea, donde vivió Simeón bar Yochai, en su sentido de recurrencia espiritual, y su conexión con la ciudad de Ávila y los místicos que en ella vivieron. La mística medieval de la cábala tuvo un gran desarrollo ya no sólo en esta cuidad, sino en todo el territorio de la antigua Sefarad (la península Ibérica), que llegó a su fin con la expulsión de los judíos en 1492. Muchos de los expulsados se llevaron sus conocimientos místicos de nuevo a la Galilea y en el siglo XVI floreció allí la escuela cabalística de Isaac Luria, en la que se estudiaban y se valoraban como muy positivas las enseñanzas de los cabalistas medievales de la península Ibérica. Pero ... ¿qué pasó con todos los descendientes de judeoconversos que se quedaron? ¿Dejó de ser válido el pacto de la Alianza y su recurrencia para ellos? Considero que no,según mi interpretación de los hechos "causales" que se sucedieron. A través de una forma religiosa impuesta a la fuerza, el cristianismo, se volvió a confirmar, que aquel que es un verdadero israelita de corazón podrá expresar y cristalizar su amor por lo Divino en cualquier circunstancia y/o credo religioso en el que tenga que vivir. Pues la verdadera espiritualidad poco tiene que ver con los aspectos más exteriores de las formas relativas religiosas.
Está perfectamente datado, que el monasterio de monjas carmelitas de la Encarnación, donde profesara Santa Teresa de Jesús, se trasladó sobre el antiguo cementerio judío de la ciudad, ya en el siglo XVI. Curiosamente, y seguimos con las casualidades, la fecha del bautismo de Santa Teresa de Jesús, coincide con la inauguración del nuevo edificio levantado sobre el cementerio judío. Teresa profesaría unos años más tarde en dicho monasterio en el que permanecería unos 30 años, viviendo sobre "los huesos de sus antepasados." Los huesos de los antepasados tiene un simbolismo místico en toda la tradición cabalística y en los sistemas de interpretación del lenguaje de los sueños. Encontrar y recuperar los huesos de un muerto, puede ser una alusión a un recuerdo de una vida anterior, o a recibir una herencia espiritual que corresponde con los huesos de ese muerto. Un ejemplo de esto nos lo encontramos en la Biblia, donde se nos enseña que Moisés, antes de salir de Egipto, llevó consigo los huesos de José (Éxodo 19): "Y Moisés tomó consigo los huesos de José pues éste había hecho jurar solemnemente a los hijos de Israel diciendo: Ciertamente os visitará Dios y entonces llevaréis de aquí mis huesos con vosotros." La lectura de este texto tiene una interpretación literal, obviamente, pero también simbólica como todo el lenguaje bíblico. "Cargar con los huesos de José" implica retomar toda la herencia espiritual del pueblo de Israel y con las enseñanzas transmitidas por los antepasados a través de las generaciones de los padres y abuelos.
Por otro lado, el origen de la orden del Carmen, tiene un sentido muy bíblico. Los primeros carmelitas eran cristianos anacoretas, que querían imitar en su profesión, el estilo de vida que el profeta Elías llevara a cabo en el Monte Carmelo. Elías fue uno de los anacoretas más antiguos del pueblo de Israel, conocidos en su momento como recabitas. Al margen del poder político y de los reyes, renunciando a todos los honores, se dedicaron, a través de una vida de intensa contemplación a desarrollar una conexión muy íntima con Dios. Algo muy parecido hicieron los esenios de Qumran unos siglos más tarde y en general todas las generaciones de místicos, ermitaños y anacoretas. Cuando Teresa de Jesús inició su reforma del Carmelo, quiso devolver a la Orden este sentido cuando expresó: "(...) han de ser las monjas del Carmelo, no monjas, sino ermitañas (...)"
Avancemos ahora hasta nuestro siglo XXI. El legado hebreo de la ciudad está casi olvidado, pero algunos historiadores y estudiosos trabajan para recuperarlo. Se sospecha de la existencia del cementerio judío en torno o debajo del monasterio de la Encarnación, dado que hay documentos históricos que así lo afirman. Pero no se hacen excavaciones ya que, entre otras cosas, hay casas particulares sobre el recinto sospechoso, de cuya extensión y localización exacta, no se tiene entera certeza. Llegamos al año 2012 y se programan unas obras municipales justo en la parte posterior del monasterio de la Encarnación. Un niño de cuatro años, llamado Elías, va a jugar con los montículos de tierra recién removidos y encuentra huesos humanos. El primer descubridor de los restos de los antiguos judíos fue un niño llamado Elías. Después de esto, la zona se acota y se pasa a su estudio e investigación.
La idea de "niño" también tiene connotaciones simbólicas y místicas. Recordemos cuando Jesús nos dice que si no nos hacemos como niños, no podremos entrar al reino de los Cielos. En algunos evangelios apócrifos se presenta a Jesús enseñando a sus discípulos como si fuera un niño pequeño. Es obvio que se está usando un lenguaje místico y simbólico y que no se puede interpretar literalmente. Uno de los sentidos esotéricos de la palabra "niño" tiene que ver con la renovación espiritual, de la misma forma que los niños son una renovación generacional de sus padres. También hace referencia a un estado de pureza espiritual similar al que podemos encontrar en la inocencia infantil.
De nuevo, esta casualidad recurrente del hallazgo del cementerio judío de Ávila nos evoca la confirmación del pacto de la Alianza por medio de la "renovación de la herencia espiritual del profeta Elías." Renovación que ya fuera hecha por Teresa de Jesús y que también los místicos judíos anteriores que vivieron en Ávila intentaron hacer. Las señales externas que observamos son manifestaciones de fuerzas que se mueven por dimensiones superiores, según las enseñanzas de la cábala y esto debe de hacernos pensar, que desde los mundos superiores se están moviendo fichas para lograr, una vez más, la restauración espiritual y la confirmación del pacto de la Alianza.
Por fortuna, los restos del cementerio judío de Ávila han sido estudiados con mucho rigor y respeto. El ayuntamiento de la ciudad ha recuperado el lugar conviertiéndolo en el Jardín de Sefarad. Asimismo se esfuerza por recordarnos la herencia espiritual, ya no sólo de Teresa, que es de sobra conocida por todos los abulenses, sino de los místicos judíos. También se ha creado un jardín muy bonito, dedicado a Moshé de León en uno de los lugares donde estuvo la antigua aljama hebrea. Os muestro fotos. Estas primeras sobre el cementerio judío:
Estas otras son del jardín de Moshé de León, en el que se han grabado inscripciones del Zóhar:
Las palabras del Zóhar aquí plasmadas, dicen así:
"Hay momentos en que las almas que están en el jardín suben y alcanzan la puerta del Cielo.
Entonces el propio Cielo rodea el jardín tres veces y acompaña sus vueltas de un son armonioso.
Las almas se asoman para escuchar la melodía y contemplar el esplendor ardiente de la columna que echa fuego y nubes de humo y ante la cual se inclinan reverentes."
De la misma manera que nunca sabremos si Moshé de León copió el manuscrito o le inventó, tampoco sabremos si Teresa de Jesús "copió" su lenguaje de textos que su padre pudiera tener o lo "inventó por inspiración divina." Al margen de lo que cada uno quiera pensar sí hay una idea presente en todas las tradiciones místicas que afirma, que cuando el místico está suficientemente preparado puede recibir con tanta exactitud el conocimiento divino, que textos escritos en distintas épocas y por personas sin apenas contacto físico, resultan similares, casi como si estuvieran copiados. Es lo que a mi me gusta llamar, "el encuentro con la fonte escondida" de la que habla San Juan de la Cruz. Todos los verdaderos místicos son capaces de encontrar esa fuente oculta, beber de ella, más allá de las limitaciones espacio-temporales, y en torno a ella experimentar una comunión interna de sabiduría y bendición, pues en estos casos el conocimiento oculto (gnosis según la tradición cristiana, da'at según la tradición hebrea) se revela a través de una experiencia interior sin necesidad de intermediarios ni influencias externas.
Otra forma de expresar esta idea, en la tradición cabalística es considerar que el místico alcanza un estado de iluminación que se conoce como "El Maestro del Nombre de la Escritura". Parece ser que Moshé de León poseía esa cualidad y desde esa capacidad escribió el Zóhar. Da igual que lo hubiese copiado o que no. Si lo recibió por experiencia mística pudo perfectamente concordar con la misma influencia mística que inspiró a Simeón Ben Yojai en el siglo II. Por tanto si Moshé de León dijo que lo había copiado de este rabino anterior, en realidad no mintió, pues todos los místicos que alcanzan ese estado son "copistas inspirados de la sabiduría divina"(Las aclaraciones entre paréntesis son mías.)
"(...) Fue después a España (rabbí Isaac de Acco) para investigar como el Zóhar había sido hallado en su tiempo. Éste había sido escrito en la cueva por Rabbí Shimón y su hijo Eliezer. Felices aquellos que son dignos de su verdad, porque en su luz ven la luz. (...)
Cuando vi el Zóhar me di cuenta de que sus palabras son maravillosas, sacadas de un alto lugar, de la Fuente que da sin recibir, (observad de nuevo la similitud con la fonte escondida), bendito sea el Nombre de la gloria de su Reino por siempre y siempre. Investigué sobre el tema y pregunté a estudiosos que tenían grandes secciones del texto. Se trataba de palabras maravillosas, sabido por la tradición cabalística que habían sido transmitidas oralmente, y que nunca se había permitido que se escribieran en un libro, en donde estarían claramente a disposición de todo el que supiera leer.
Pregunté sobre su fuente, pero las respuestas que recibí no concordaban todas entre sí. Algunos decían una cosa y otros contaban una historia totalmente distinta.
Algunos decían que el fiel Ramban se lo había enviado desde Tierra Santa a su hijo en Cataluña, pero que el viento había llevado el barco a tierra de Aragón. Otros decían que había llegado a Alicante. Al final había llegado a manos del sabio Rabbí Moshé de León, también llamado Rabbí Moshé de Guadalajara.
Otros sostenían que Rabbí Shimón bar Yochai nunca había escrito el libro, sino que Rabbí Moshé conocía el Nombre de la Escritura y con su poder había escrito esas cosas maravillosas. (...)" Sefer HaYuchasin
Volviendo a la capacidad del Nombre de la Escritura, mencionado en las tradiciones hebreas: Una de las cosas que más sorprenden de la obra de Santa Teresa de Jesús, es que ella escribía con las palabras que nacían de su corazón. No tenía una amplia formación intelectual, sin embargo sorprendía a los letrados y cultos sacerdotes, pues en sus escritor parecía poseer una sabiduría que estaba por encima de la de ellos. Esto no es ni más ni menos que otra señal del conocimiento intuitivo de los místicos, lo que en la tradición cabalística también se conoce, a parte del Nombre de la Escritura, como la Jojmáh superior.
Personalmente no creo que Santa Teresa hubiera leído textos hebreos heredados de su familia. Por lo general, las familias judeoconversas destruían u ocultaban todo lo que pudiera dar indicios a la inquisición de su pasado judío.Y concretamente su familia estaba muy preocupada por el asunto de "La honra y limpieza de sangre", motivo por el cual su padre se preocupó de comprar la hidalguía. Dado el estado místico que alcanzó no es difícil que se llegara a expresar en los mismos términos que otrora lo hicieran sus antepasados hebreos, aunque no los hubiera leído, más si tenemos en cuenta que el libro "Castillo Interior" es una obra de madurez de la autora.
Felices aquellos que encuentran el origen de la "Fonte escondida", pues en ella hallarán el alimento que nos permitirá trascender las consecuencias negativas de la torre de Babel. En esa "Fonte escondida" vive el lenguaje del traductor universal que unirá a todos los pueblos de la tierra y superará las divisiones egoicas que tanto atormentan a la humanidad. Esa "fonte escondida" es la raíz más pura del amor y de la realización de la Unidad espiritual, en la que todas las tradiciones comulgan.
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