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  • csanchez9292

¿POR QUÉ PRACTICO BALLET? BIENVENIDA AL #BALLETFIT.







Desde hace mucho tiempo incorporo la rutina de ejercicio periódico en mi vida. He ido comprobando y confirmando con el paso del tiempo, como la práctica regular de ejercicio físico ayuda a mejorar mi estado de ánimo, mi salud y mantiene joven y dinámico mi cuerpo. Con el ejercicio físico la energía del cuerpo también cambia, por tanto, "el culto al cuerpo", hecho siempre en la medida adecuada, no debería estar reñido con el "culto al alma" y la vida espiritual. Los antiguos griegos sabían de esto. En sus hermosas y armoniosas esculturas en las que imprimían el ideal de la medida humana querían representar, no solo un bien material tan anhelado como la belleza, también representaban el mayor logro de la Madre Naturaleza, la encarnación de la armonía y perfección en el organismo humano y cómo un cuerpo sano y bello puede también ponerse al servicio de las Fuerzas Superiores de la Naturaleza. Música y Gimnasia eran los dos pilares fundamentales de la educación para los griegos.


Como todas las cosas materiales están sometidas a la dualidad, apegarse demasiado al cuerpo no genera el equilibrio personal que necesitamos para abordar la vida con inteligencia, tranquilidad y sabiduría. Fijarnos solo en el cuerpo puede llevar a que muchos no se acepten tal y como son, sufran o, en el extremo contrario, casos de narcisismo desmedido... El cuerpo es algo temporal y pasajero, nunca debemos perder esto de vista pues hay cosas mucho más duraderas y perdurables que bien merece la pena esforzarse y trabajar por ellas... pero debemos saber relacionarnos bien con nuestra parte material, siempre en equilibrio, aceptándolo tal como es por un lado, y por otro, cuidarlo y mejorarlo cada día... manteniendo ese equilibrio de fuerzas contrarias y complementarias que es saber vivir... aceptando con humildad y buen humor las limitaciones de nuestra envoltura corporal y al mismo tiempo manteniendo la ilusión por aprender a mejorar el estado de nuestro vehículo físico. El cuerpo no es un fin en sí mismo, pero sí es el medio para lograr ese fin... es el depositario de las energías sutiles sobre las que tenemos que trabajar espiritualmente, por tanto, su cuidado y mantenimiento son más que imprescindibles.


Mi primer acercamiento al ejercicio físico, ya en mi vida adulta, vino hacia los 27, 28 años... cuando empecé a ir al gimnasio y practicaba yoga, sala de máquinas, natación y alguna disciplina cardiovascular... Hasta ese momento lo más que hacía era dar paseos... había estado muy centrada en terminar mis estudios de música, en sacar mi oposición y formar mi hogar... Aunque ya había hecho ejercicio de niña, en ese otro momento, fue como un descubrimiento para mí. Después de tanto tiempo vi lo bien que me sentaban las rutinas de gimnasio y lamenté no haber adquirido el hábito antes...


Yo soy una persona intelectual y con una formación artística. Ciertamente, por muy bien que me sentara ir al gimnasio, allí mi vida no se llenaba del todo... faltaba una parte más espiritual, más intelectual, más artística... solo el yoga parecía que se acercaba un poco más a esas otras inquietudes que mi alma buscaba... por eso, fui cambiando de diferentes disciplinas y alternando el gimnasio con otras actividades... pero de una u otra forma nunca quise dejar del todo la rutina del ejercicio diario, fuese en la forma que fuese...


En este proceso de búsqueda y prueba de diferentes modalidades he conocido más a fondo el yoga, me he aproximado al qui gong, he disfrutado de paseos por la montaña en bicicleta o andando, he practicado natación y siempre he procurado sacar un poco de tiempo para actividades de tonificación como la sala de máquinas del gimnasio o rutinas de "body pumb"


Pese a lo bien que me sentaban los ejercicios de máquinas y pesas... mi cuerpo se sentía más fuerte, con menos dolores, mucha sensación de bienestar al terminar... reconozco que empecé a aburrirme un poco de hacer siempre los mismos ejercicios tan repetitivos y mecánicos... Me forzaba a mí misma, por mi propia salud, a no dejar tan buen hábito, a pesar de que mi inquieta cabeza y los "músculos de mis neuronas" necesitaban buscar más acción... Otras disciplinas como el "body pumb" ofrecían lo mismo pero al estar más coreografiado resultaba más interesante... Igualmente también me acabaron resultando ser ejercicios un tanto simples y repetitivos... por no hablar de las músicas que se suelen escuchar en los gimnasios... no es que tenga nada en contra de esa música tipo "chunda chunda" ya que hace muy bien su función y es lo que a la gente le gusta pero, después de haber desarrollado una formación musical sentía que estaba dejando de lado ese aspecto de mí y cambiando la posibilidad de escuchar una música de muy buena calidad por otra no tan buena...


El gimnasio y el ejercicio eran muy buenos para mí... pero me faltaba algo...


Entonces vino a mi mente la disciplina del ballet, una maravillosa práctica que aportaba lo que a mí me estaba faltando: conexión con música de calidad y una vertiente artística, musical y cultural que había estado buscando fuera del gimnasio... Pero así de primeras me parecía difícil e inaccesible... ¿cómo yo, con mi edad, ya pasados los 45 iba a encontrar un sitio donde me enseñaran ballet si esa formación suele estar dirigida a niños y adolescentes, además con un intento de construirles una carrera como profesionales de la danza que yo no buscaba? Siendo como es la danza, una disciplina muy técnica que necesita de una carrera de muchos años de conservatorio, parece que asusta un poco lanzarse a algo así cuando lo que se busca por encima de todo es bienestar y salud...


Afortunadamente el mundo del ballet evoluciona y se perfecciona. El ballet no es solo un espectáculo admirable de tutús y cuerpos armoniosamente perfectos y gráciles... Con todo el bagaje artístico y cultural que tiene detrás, es toda una industria que hunde sus raíces en la historia del ballet clásico y se atreve con las modalidades más contemporáneas... pero como industria no solo se centra en el "entretener" o en el "hacer arte"...Cada vez más gente que no es bailarina, como yo, se da cuenta de lo beneficioso que es y, por parte de bailarines profesionales y apoyados también en profesionales de la salud y el deporte, se está creando una modalidad de "ballet fitness" apto para todas las personas. ( En España tenemos el #balletfit, creado por Gloria Morales)


Al descubrir esta disciplina me di cuenta que en ella se aunaban todas las cosas que estaba buscando... El ballet fitness está pensado para que lo practique cualquiera, tenga o no formación de bailarín, sea cual sea su formación física... Tonificas tan bien como la sala de máquinas y trabajas al mismo tiempo la flexibilidad... cuando se busca la salud muscular y del aparato locomotor fuerza y flexibilidad son igualmente necesarias... De nuevo una maravillosa unión de aspectos que parece contrarios pero que se aúnan y armonizan... También se trabaja la mejora cardiovascular y la salud del corazón ayudando a respirar mejor y quemar grasas y toxinas. En el #balletfit el cerebro trabaja, coordinando, memorizando coreografías, pensando al mismo tiempo que siente y escucha la música... se mejora el equilibrio, la concentración, la propiocepción... tiene todas las ventajas del método pilates en cuanto al control y salud postural... y se puede aproximar al yoga y a otros ejercicios de fitness... y como no, también nos conecta con el arte, la musicalidad, la expresividad... ¡El ballet fitness lo tiene todo!







Así que empecé a practicarlo con mayor gusto y placer... por primera vez mis tan queridos Bach o Mozart no estaban fuera de mis rutinas de ejercicios... Que maravilloso me resultó hacer ejercicios de puntas escuchando de fondo una fuga de Bach y acompasando mis movimientos a la profundidad y gravedad de una música tan lograda y perfecta... Mi alma artística y musical se sentía completa, al mismo tiempo que lo hacía mi cuerpo...






Hacer mención especial a los pianistas de ballet, la mayoría de ellos siempre entre bambalinas y acompañando a los bailarines en sus largas horas de ensayo y entrenamiento, aportando esa magia de la música que hace que el ballet sea algo tan especial... ser pianista de ballet no es fácil y he escuchado a algunos verdaderamente buenos... tienes que tener un amplio repertorio, adaptado a los distintos momentos, fases y rutinas que tienen los bailarines en sus entrenamientos, para momentos más calmados y otros más rítmicos... y si sabes improvisar y adaptar tus fraseos musicales a las necesidades de los bailarines mejor que mejor... todo mi respeto por estos pianistas...


El ballet aúna en sí mismo ese gran poder integrador que tiene la música. No aspiro a hacerlo bien ni lo busco, ya que nunca seré ni pretendo ser una profesional. Acepto con humildad lo que no sé hacer bien pero también disfruto de descubrir que cada día, con la práctica, lo hago un poco mejor y lo disfruto cada vez más... tengo un reto intelectual y físico por delante que me estimula más que las repeticiones mecánicas de la sala del gimnasio...






Ese poder integrador del ballet lo hace tan completo, no solo para mejorar las condiciones y capacidades físicas, también las psicológicas, emocionales, intelectuales, artísticas e incluso espirituales... Como bien dijera Albert Einsten... "Los bailarines son los atletas de Dios"...


De la mano de #balletfit, creado por Gloria Morales, el ballet nos aporta todo esto y se permite que cualquier persona de cualquier condición pueda acceder a los múltiples y variados beneficios que tiene el ballet. Muy contenta estoy de poder practicarlo. Disfruto y aprendo mucho con estas clases. Y animo a todo el mundo, especialmente a los chicos... je, je... me encantan los chicos que bailan... que lo hagan... También se lo recomiendo muy mucho a todos los músicos. El instrumentista pasa muchas horas sentado practicando su instrumento. Esto puede llevar a posiciones viciadas y a dolores musculares... La dedicación a su instrumento en un músico es como el bailarín a su cuerpo... por ello necesita compensar y ayudarse de una disciplina tan beneficiosa y que no le hará alejarse del mundo de la música... Por otro lado, la mejora de la salud cardiovascular y del cuerpo en general ayuda a combatir el miedo escénico al que se tienen que enfrentar muchos músicos en su trabajo... Especialmente sabido de todos los músicos es el buen sentido del ritmo de los bailarines y como pedagogos como Jaques Dalcroze aprovecharon los beneficios del movimiento y la danza para romper muchos de los bloqueos que tenían los estudiantes de conservatorios de música y mejorar su sentido del ritmo...


Sobran más que argumentos y explicaciones para justificar todas las bondades de esta bonita práctica, #balletfit que espero que todos podáis llegar a saborear y disfrutar...


El ballet puede llegar a ahondar los más íntimos sentimientos y comunicar las ideas más sublimes... Para acabar este artículo quiero hacer un guiño al clásico del ballet, "El Lago de los Cisnes", que, más allá de su belleza coreográfica y musical transmite un bello mensaje sobre la búsqueda del amor puro y auténtico... que todos podamos llegar a desplegar las alas de cisne que nos lleven hasta el Cielo...






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